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jueves, 29 de junio de 2017

AFORISMOS DE WILLIAM OSLER



Aforismos  de  William Osler  (Médico canadiense 1849-1919)




1. “El buen médico trata la enfermedad; el gran médico trata al paciente que tiene la  enfermedad”

2. “Estamos aquí para añadir lo que podemos a la vida, no para sacar lo que podemos de la vida " 

3. “El que estudia medicina sin libros navega en un mar desconocido, pero el que estudia  medicina sin pacientes no va a navegar en absoluto.”

4. “No hay arte más difícil de adquirir que el arte de la observación, y para algunos hombres es realmente difícil registrar una observación en lenguaje breve y sencillo.”

5. “El joven médico comienza la vida con 20 drogas para cada enfermedad, y el médico viejo termina la vida con una droga para 20 enfermedades.”

6. “Coraje y alegría no sólo lo hará sobrellevar los momentos ásperos en la vida, sino lo capacitará para llevar confort y ayuda a los corazones débiles y lo consolará a usted en las  horas tristes”

7. “Uno de los primeros deberes del médico es educar a las masas a no tomar medicinas”

8. “Es mucho más importante conocer que suerte de paciente tiene la enfermedad que qué  suerte de enfermedad tiene el paciente.”

9. “La práctica de la medicina es un arte, no un comercio; una vocación, no un negocio; una  vocación en la cual su corazón ejercitará igualmente con su cabeza. Con frecuencia la mejor  parte de su trabajo no tendrá que hacer nada con pociones o polvos, pero con el ejercicio de  una influencia de lo fuerte sobre lo débil, de lo derecho sobre lo torcido de lo sabio sobre lo tonto.”

10. “Observe, registre, tabule, comunique. Use sus cinco sentidos... Aprenda a ver, aprenda a oír, aprenda a sentir, aprenda a oler, y sepa que por la práctica sola usted puede volverse un experto.”

11. “La mejor preparación para mañana es hacer el trabajo de hoy supremamente bien.”

12. “El valor de la experiencia está no en ver mucho, sino en ver sabiamente.”

13. “La medicina se aprende al lado de la cama y no en el salón de clase. No deje que sus  concepciones de enfermedad vengan de palabras oídas en el salón de clase o leídas del libro. Vea, y luego razone y compare y controle. Pero vea primero.”

214. “Bien lejos el enemigo más peligroso que tenemos que pelear es tener que pelear la apatía – indiferencia de cualquier causa, no de carencia de conocimiento, sino de desinterés, de absorción en otros propósitos, de un desprecio alimentado de auto-satisfacción”

15. “Es mucho más simple comprar libros que leerlos y más fácil leerlos que absorber sus  contenidos.”

16. “Preocuparse más por el individuo que por características especiales de la enfermedad… Ponerse usted en su lugar…La palabra amable, el saludo alegre, la mirada de afecto—eso que el paciente entiende.”

17. Este es el consejo que Sir William Osler dio a los estudiantes en Yale: "No viva ni en el pasado ni en el futuro, pero deje a cada día absorber todo su interés, energía y entusiasmo.  La mejor preparación para el mañana es vivir hoy muy bien."

18. “Mientras mayor la ignorancia, mayor el dogmatismo.”

19. “Elimine toda ambición más allá de hacer bien el trabajo diario. Los viajeros en el camino  para tener éxito viven en el presente, sin considerar el mañana. No viva ni en el pasado ni en el futuro, sino deje que el trabajo de cada día absorba toda su energía y satisfaga su más loca ambición.”

20. “Trabajo es el ábrete sésamo de cada portal, el gran ecualizador en el mundo, la verdadera  piedra filosofal que transmuta toda la base de metal de la humanidad en oro.”

21. “Para el médico general una biblioteca bien usada es uno de los pocos correctivos de la senilidad prematura que es tan dispuesta para engullirlo a él..”

22. “Ninguna burbuja es tan iridiscente ni flota más que la soplada por el maestro exitoso.”

23. “El primer paso hacia el éxito en cualquier ocupación es volverse interesado en ella.”

24. “Jabón y agua, y sentido común son los mejores desinfectantes.”

25. “Ningún ser humano está hecho para conocer la verdad, la completa verdad y nada más que  la verdad; aún los mejores hombres deben contentarse con fragmentos, con miradas  parciales nunca la realización completa.”

26. “El deseo de tomar medicinas es quizá la característica más grande que distingue al hombre de los animales.”

27. “No hay, en verdad, especialidades en la medicina, ya que para saber completamente muchas de las enfermedades más importantes un hombre debe familiarizarse con sus manifestaciones en muchos órganos.”

28. “Las filosofías de una época se han vuelto los absurdos de la siguiente, y las tonterías de  ayer se han vuelto la sabiduría del mañana.”

29. “Estudie hasta los 25, investigue hasta los 40, ejerza hasta los 60, edad que yo lo retiraría con doble paga.”

Fragmentos tomados y traducidos de:
ThinkExist.com. William Osler Quotes. http://thinkexist.com/quotes/william_osler
 
http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0034-98872012000900018&script=sci_arttext#t2

martes, 27 de junio de 2017

La credibilidad

Mark Twain :   La credibilidad es como la virginidad , una vez que se pierde , ya no se recupera 

Integridad es todo

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Un Liderazgo no humanista no es Liderazgo


Hoy en día contemplamos con una mezcla de incredulidad y horror las atrocidades que unos seres humanos cometen contra otros. Junto a la rabia, el dolor y muchas veces la sensación de profunda impotencia, no es de sorprender que muchas personas se hagan una pregunta de base antropológica para intentar penetrar en la naturaleza profunda del hombre y entender de qué “pasta” estamos hechos. Filósofos como Arthur Schopenhauer o el mismísimo Sigmund Freud pensaban que la fuerza primordial que anidaba en el ser humano era de carácter destructivo, simple voluntad de poder y de dominio para el filósofo de Danzig, o “una turba desenfrenada, sedienta de placer y de destrucción” para el creador del psicoanálisis.
No creo que se pueda ser un líder, una líder auténticos, si no se tiene una confianza fundamental en la grandeza intrínseca que existe en el corazón humano. Es verdad que nos vamos a encontrar en la vida con personas que parecen tener como mentor al propio Maquiavelo. Personas que mentirán, manipularan, golpearán, seducirán y harán lo que haya que hacer y venderán a quien haya que vender para alcanzar un mayor poder y un mayor estatus. No digo que no las haya y que no hagan un inmenso daño a su alrededor, aunque también afirmo que si estas personas han llegado a hacer el daño que han hecho, es porque el entorno en el que han llevado a cabo sus acciones, ha sido demasiado blando y permisivo frente a conductas que son absolutamente inaceptables.
A veces cuando una persona con una posición de liderazgo no “pone en su sitio” a alguien que cree que los demás son solo piezas en su juego para alcanzar más poder, los que le rodean llegan a decir que no actúa con más contundencia porque es demasiado buena persona. Yo creo que esto no es así en absoluto. Yo no diría que hablamos en este caso de bondad, sino de blandura. Hablo de falta de agallas y de compromiso para parar la agresión sin por ello querer dañar al agresor. En el mundo del Zen y que es la fusión entre Budismo y Taoísmo, se habla del amor Yin y del amor Yang. El amor Yin es el que acoge, el que comprende, el que perdona. El amor Yang es el que habla de forma clara, directa y sin florituras. Una persona que solo muestre amor Yin, tenderá a ser blanda, mientras que una persona que solo muestre amor Yang tenderá a ser dura. Solo un equilibrio entre ambas fuerzas es la que permite como digo, parar la agresión, sin querer vengarse del agresor. Esto es lo que se conoce como asertividad. Decía Confucio hace ya dos mil quinientos años: “más vale encender un candil que maldecir la oscuridad”. Creo que es esencial que recuperemos la confianza en el ser humano y en su grandeza intrínseca. Al fin y al cabo, cómo nos comportemos unos con otros y que lo hagamos de una manera ética, es al fin y al cabo una cuestión antropológica.
Si a la pregunta ¿quién es el Hombre?, respondemos con que el hombre es un ser de naturaleza perversa, entonces para qué vamos a querer honestamente vivir de una manera ética. Será entonces el estado, el “Leviatán” del filósofo Hobbes que creía tanto en la naturaleza violenta del ser humano, el que nos tendrá que frenar. Uno hará lo que pueda para hacer lo que quiera cuando sepa que dicho estado o no le vigila o no le ve. A esto no le podemos llamar un comportamiento ético auténtico, sino una ética claramente forzada por el temor a las consecuencias y no por el deseo de vivir de una manera más humana.
Hoy me gustaría hablar de alguien que siempre fue fiel al valor de la persona, un gran científico norteamericano, uno de los padres de la psicología humanista y al-guien que nos ha ayudado mucho a entender dimensiones hondas del liderazgo. Hablo de Carl Rogers (1902-1987). Carl Rogers siempre tuvo una confianza fundamental en el ser humano. Suele decirse de él que más que descubrir las fuerzas de la muerte, exploró las fuerzas de la vida. En uno de sus libros sobre psicoterapia comenta lo siguiente: “cada individuo tiene dentro de sí una capacidad considerable para comprenderse, para modificar la idea que tiene de sí mismo, para modificar sus actitudes de base y para encontrar un comportamiento autónomo, siempre que se le proporcione un clima de actitudes facilitadoras”. Hablamos de un científico que confiaba en la persona y que dedicó toda su vida no hablar de por qué la naturaleza del ser humano, su esencia debía de ser temida, sino de cómo había de ser liberada para que pudiera actualizar, hacer realidad sus potencialidades inherentes. En esto Rogers se encuentra muy cerca del gran filósofo francés del XVII Blaise de Pascal cuando dijo: “El hombre no puede conformarse con la finitud que le rodea. Su conciencia necesita explorar mundos infinitos”. Cualquier líder que aspire a atraer, desarrollar y comprometer a otras personas en un proyecto común, no ha de perder nunca esta visión humanista de la persona. Solo si confiamos, nos abriremos a cooperar y solo si cooperamos seremos capaces de adaptarnos a los que hay y a lo que está por venir. Tal vez si caminamos solos lleguemos antes, pero juntos seguro que llegamos más lejos. Si como civilización queremos llegar lejos, no podemos perder esta confianza fundamental en el ser humano y en sus posibilidades.
 Cuando se han utilizado técnicas de neuroimagen para rastrear lo que ocurría en lo que hoy se denomina como el “sistema de recompensa cerebral” o vía mesolímbica y que incluye a su vez dos sistemas, el del deseo para lograr algo y el del disfrute cuando eso que se desea se ha alcanzado, se ve que dicho sistema se activa mucho más cuando se busca la cooperación que cuando lo que se busca es quedarse con todas las ganancias. Si definimos la actitud como la manera en la que nos relacionamos con algo o con alguien, ¡qué mensaje tan diferente transmitimos! a través de nuestros ojos, del tono de voz, de nuestras palabras y de nuestros gestos, si creemos en una persona o por el contrario, desconfiamos profundamente de ella.

viernes, 23 de junio de 2017

El otro lado : del Blog el Gerente demediado



Siendo residente de primer año apareció un buen día por la guardia un adjunto largo y delgado que tenía dos costumbres insólitas. La primera era bajar por la urgencia, algo a lo que la mayor parte de sus colegas no nos tenían acostumbrados. La segunda era aún más pintoresca: presentarse a los pacientes personalmente: con gesto serio y voz cálida les estrechaba la mano, mientras les decía su nombre y su cargo. No recuerdo quien se asombraba más, si el resto del equipo de guardia o los pacientes, acostumbrados a que casi nadie les mirase a la cara.  Pronto descubrimos que venía de estar una larga temporada en Estados Unidos, lo que en cierta forma nos tranquilizó: al fin y al cabo debía ser un nuevo invento gringo (como los gorritos de quirófano), que pronto pasaría de moda. Desconozco donde está ahora aquel médico tan respetuoso, y si sigue realizando la misma rutina educada con cada paciente. Ojalá sea así.
Lo he recordado ahora al leer la iniciativa promovida por la Dra. Kate Granger, principal impulsora de la campaña “Hello my name is ( Hola, mi nombre es…”) dirigida a recordar a todos los profesionales ( médicos, enfermeras, administrativos,…) la importancia de presentarse ante los pacientes. Granger considera que esas “pequeñas cosas” ( que cantaba Serrat) son de importancia capital en la práctica clínica. Entre ellas está el que alguien se siente junto a ti en vez de informarte de pie, que te coja la mano cuando te note disgustado o preocupado, que sea capaz de dedicarte un tiempo extra para escuchar tus temores, que sea cuidadoso y respetuoso cuando te explora. En definitiva que ejerza otra de las viejas virtudes no incentivadas por ningún servicio sanitario: la compasión.
Para ser consciente de todo ello, Kate Granger, geriatra del hospital de Leeds, tuvo que vivir en carne propia lo que es ver el mundo a través de los ojos de un paciente. Sus experiencias como paciente terminal las recogió en un libro ( The other side) y en un blog impresionante ( drkategranger).
Sobre las experiencias de profesionales sanitarios “desde el otro lado” lleva tiempo escribiendo Jonathon Tomlinson en su imprescindible blog en el BMJ, la última hace solo unos días. En ella reflexiona sobre la sorpresa que conlleva comprobar que muchas de las prácticas, rutinas y costumbres que aplicaban a sus pacientes muchos profesionales cuando estaban sanos, sean tan frustrantes y decepcionantes cuando el que las recibe es uno mismo. Sobre lo poco que se utiliza esa fuente de conocimiento tan valiosa como es la experiencia de enfermedad en las facultades de medicina, en las escuelas de enfermería, en los servicios sanitarios de todo el mundo. Una preciosa vía de aprendizaje, las narrativas de las relaciones entre clínicos y pacientes, que sigue siendo invisible para muchos. A través de las que descubrimos que buena parte de los errores de los médicos no son revelados por los pacientes. Que expertos en medicina basada en pruebas acaban recurriendo (cuando son ellos los pacientes) a medicinas alternativas de escaso fundamento científico. Que ignoramos el hecho de que la prevalencia de las enfermedades mentales no solo no es menor entre clínicos que en la población general, sino que pensamientos sobre el suicidio son mucho más frecuentes entre nosotros ( 1 de cada 5 estudiantes de medicina, 1 de cada 10 médicos frente a 1 de 45 en la población general).
Tomlinson señala la experiencia de una estudiante de medicina, autora de otro blog estremecedor (The patient patient) en el que Anya de Long describe el cambio de percepción que se produce de ser rotante en una consulta de reumatología a pasar a ser ella la enferma. Como los pacientes son solo simples nombres en una lista,  administrados cada quince minutos, cuando uno es el que pasa consulta. Y como se viven esas mismas consultas cuando es uno mismo el que está al otro lado: como se preparan durante semanas las preguntas, las dudas, los resquicios de esperanza, para recibir en muchas ocasiones respuestas de trámite, vagas y genéricas, sin dejar de mirar el ordenador.
Por desgracia hay que pasar a estar en el otro lado para comprobar, como Kate Granger, cuanto se aprende de los pacientes si uno está atento y receptivo a todo ello. De sus vidas, del impacto de la enfermedad en sus vidas, de la repercusión que causa en sus familias.
Otro médico general, Liam Farrell, escribió: "cuando te enfrentas tan descarnadamente a tu propia vulnerabilidad, entiendes a los pacientes mucho mejor…somos frágiles, somos humanos, las cosas malas también nos suceden a nosotros, como a cualquier otro. Creo que somos conscientes de nuestra propia mortalidad, de la fragilidad de la vida, aprendemos a no sentirnos culpables por buscar ayuda, y también a estar atentos a los demás, a preocuparnos por la salud de los demás”.
Lástima que haya que pasar al otro lado para darnos cuenta.

jueves, 22 de junio de 2017

Es un arte de no poca importancia ....



Es un arte de no poca importancia saber administrar  bien los medicamentos , pero es un arte mucho mayor y de más dificultosa adquisición  saber cuando suspender  o siquiera omitirlos

Phillipe Pinel . Farmacologo Clinico

1-      Medicamento esta bien

2-      Medicamento , es posible

3-      Medicamento , vigilar al paciente

4-      Medicamento , vigilar al medico

5-      Medicamentos , hospitalizar al medico ,   George Peters,  Farmacologo clínico  1920- 2006

domingo, 18 de junio de 2017

Acracia


Ojalá el ciudadano pudiera quedar exento de fanatismo, sectarismo y estupidez, dispuesto a votar a un líder inteligente y honesto sin más adherencias

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en un pleno en el Congreso.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en un pleno en el Congreso. ULY MARTÍN
Se podría vivir sin políticos, pero no sin médicos; se podría vivir sin militares, pero no sin maestros; se podría vivir sin jueces y policías, pero no sin científicos; se podría vivir sin sacerdotes, pero no sin labradores. No obstante, en este reino de la acracia feliz solo algunos políticos, jueces y policías urbanos podrían seguir contribuyendo a la felicidad colectiva siempre que lograran superar la prueba de la Vibradora Universal cuya ejecución consiste en que, sometida cualquier obra, conducta, profesión, ideología o creencia de las personas a una poderosa vibración, todo lo que cae es lo que les sobra. Menos es más. Este principio minimalista que el arquitecto Mies van der Rohe inoculaba en sus edificios se puede aplicar a cualquier aspecto de la sociedad. Si durante el debate sobre el estado de la nación se sometiera el Congreso de los Diputados a la Ley de la Vibradora Universal, ¿qué político quedaría en pie que fuera digno de hablar desde la tribuna? Si esta poderosa vibración se aplicara a lo estúpido y superfluo que uno oye y lee cada día en los medios, ¿cuántas palabras se mantendrían limpias y necesarias desafiando la belleza del silencio? Si la ideología de derechas o de izquierdas fuera sometida a la Vibradora Universal, sin duda, el ciudadano quedaría exento de fanatismo, sectarismo y estupidez, dispuesto a votar a un líder inteligente y honesto sin más adherencias. También serían innumerables los cascotes que se desprenderían de la iglesia, de la universidad y del mundo del arte. Al final de este seísmo estético la sociedad habría quedado compuesta solo de médicos, maestros, investigadores, guardabosques y sembradores de cereal, asistida por unos pocos guardias de tráfico, que hubieran salido indemnes de la descarga de la Vibradora Universal para formar parte del reino moral de la acracia.

Knockin on Heaven´s Door . Antony and the Johnsons


sábado, 17 de junio de 2017

Si algún Dios creo éste mundo....



Schopenhauer : si algún Dios creó este mundo, no me gustaría ser ese Dios , pues su miseria y su infortunio , me partirían el corazón

viernes, 16 de junio de 2017

Por qué los médicos siguen recibiendo a los representantes? (Por Abel Novoa)


 

by nmurcia
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En el año 2001 se realizó un estudio con 117 residentes de medicina interna de primer y segundo año. Cuando se les preguntó si pensaban que el contacto con la actividad comercial de los representantes de los laboratorios les afectaba personalmente a la hora de tomar decisiones , el 61% respondió que no; el 38% que quizás un poco y solo el 1% reconoció que les afectaba bastante.
Cuando la pregunta era sobre cómo pensaban que a sus compañeros les afectaban estas relaciones la respuesta cambió: más de 1/3 opinaba que mucho; la mitad que un poco y solo el 16% creía que no les afectaba en absoluto.
grahan
Así es: los médicos se creen inmunes ante los regalos y favores de los visitadores aunque no creen que lo sean sus compañeros. Como dice Green, prefieren confesar los pecados de los demás
 

En un estudio antiguo pero significativo realizado con 100 estudiantes de medicina, a la pregunta de si consideraban inadecuado que un político recibiera 50 dólares de una empresa, el 85,5% respondió afirmativamente. Cuando la misma pregunta se hacía en relación con un médico, la respuesta era afirmativa tan solo en el 46%.
¿"Corrupción" si la pasta la recibe un político y "regalo inocente" si la recibe un médico?
No suena muy coherente
vON4NJA
Está claro que los médicos tienen lo que en psicología se llama "ceguera selectiva" (bias blind spot).
Es una típica disonancia cognitiva:
"El concepto de disonancia cognitiva, en psicología, hace referencia a la tensión o desarmonía interna del sistema de ideas, creencias y emociones que percibe una persona al mantener al mismo tiempo dos pensamientos que están en conflicto"
Según Festinger, el psicólogo que definió el concepto, no solemos tolerar el conflicto interno de manera mantenida por lo que las personas que se encuentran inmersas en una disonancia cognitiva necesitan buscar estrategias capaces de reducir la tensión; las más frecuentes son:
(1) quitar importancia o negar uno de los factores en conflicto (negación) y
(2) añadir elementos o ideas que resuelvan o disminuyan la disonancia (racionalización)

En un estudio cualitativo realizado con médicos que aceptaban regalos de los representantes, se pudo comprobar la utilización de estas dos estrategias cognitivas: negación y racionalización

En la tabla de arriba resumimos los poco sofisticados caminos mentales que siguen los médicos que aceptan regalos de la industria: evitación, negación, universalización, fantasía de control, auto-engaño y "tener derecho"
Es decir, los médicos son humanos; muy humanos 

Por si la conclusión de que los médicos son muy humanos no quedaba suficientemene clara, otro estudio señaló como los médicos sucumben a las estrategias de persuasión más "normalitas" de la industria: reciprocidad, compromiso, aceptación social, simpatía, autoridad (ver abajo)

Sí, los médicos somos muy humanos.
Sin embargo creo que hay algo más.
Cuando observamos las respuestas de los estudiantes de medicina que consideran inmoral los regalos a los políticos pero no a los médicos o la racionalización "tener derecho" podríamos hipotetizar que, además de las tentaciones del ego, existe cierta idea de superioridad moral.
cambridge
En la monografía "The Cambridge Handbook of Expertise and Expert Performance" se señala como la diferencia entre un experto y un lego no sería solo una cuestión de conocimiento sino que habría otras dimensiones sociales afectadas como las de prestigio, privilegio o poder.
loreal
Es decir, los médicos estarían, de alguna manera, ejerciendo su poder cuando valoran y ejercen sus relaciones con la industria farmacéutica: lo hago porque puedo. 
Pocas veces quienes tienen el poder son transparentes. La falta de transparencia es un ejercicio de poder. El saberse poderoso delimita la conducta del médico, no de manera explícita, sino implícitamente; sin que pase nada; sin que se diga nada. Hay una idea de potencia, no tanto en la fuerza que se puede aplicar, sino en la posibilidad de que esa fuerza pueda hacerse presente, de manifestarse. en una exageración retórica sería algo así como como: "cuidadito con tocarme los huevos porque puedo hacer mucho daño" 
El poder corrompe porque el que se cree poderoso se siente en posesión de la verdad, se siente moralmente superior, se vuelve invulnerable a la crítica y a la auto-crítica.
dubet
¿De donde le viene esta sensación de superioridad al médico? Los médicos, una extraña mezcla entre científico y chamán, hemos heredado ambos sesgos: asumimos a la vez un comportamiento objetivo como el del científico y carismático como el del chamán. 
Dubet llama a todo este entramado psicológico "programa institucional" que estaría conformado por los siguientes principios:
1- El trabajo profesional se concibe como una actividad científica donde el médico asume los valores del científico: neutralidad, control de sesgos afectivos y emocionales y separación estricta de las cuestiones valorativas y subjetivas de las fácticas y objetivas
2- La clínica es un santuario donde la actividad profesional se desarrolla a salvo de los desórdenes del mundo, conservando valores, creencias y principios (la razón, la ciencia, la beneficencia) por encima de la contienda de intereses privados y los particularismos de las costumbres
3- Los valores y principios del programa institucional se constituyen en un cuerpo doctrinal percibido, por profesionales y ciudadanos, como fuertemente homogéneo, donde la incertidumbre es sustituida por la confianza en el método y la coherencia moral.
4- La obligación de rendir cuentas o cualquier impugnación al poder de los profesionales es percibida como una abdicación de la Razón y la Ciencia
En definitiva ¿Por qué los médicos reciben a los representantes? 
Una confusa combinación de ego, autoengaño y ejercicio del poder que tiene los días contados porque la sociedad no va a permitirlo mucho más tiempo.
Han caído los controladores aéreos, los banqueros, los curas y los políticos.
Ahora le toca a los médicos.
 

domingo, 11 de junio de 2017

La muerte según Warhol

La cosa más embarazosa que te puede pasar en esta vida es morirte, porque alguien tiene que ocuparse de todos los detalles: del cuerpo, de organizar el entierro, elegir el ataúd, el funeral, el cementerio, la ropa que vas a llevar y buscar a la persona que se encargue del arreglo y del maquillaje. Te gustaría ayudar, y hasta te gustaría ocuparte en persona de la mayoría de las cosas, pero estás muerto y no puedes. El caso es que te has pasado la vida tratando de ganar el suficiente dinero para cuidar de ti mismo y no molestar a nadie con tus problemas y al final acabas echando el peor problema a la espalda de otra persona”, escribe en América (1985). 

viernes, 9 de junio de 2017

La sociedad sana ( FROMM )



El amor siempre involucra un conjunto de actitudes: el cuidado, la responsabilidad, el respeto y el conocimiento. Si amo, cuido, es decir, estoy activamente implicado en el desarrollo y la felicidad de la otra persona; no soy un espectador. Soy responsable, es decir, respondo a sus necesidades, aquellas que puede expresar y más aun aquellas que no expresa o que no puede expresar. Lo respeto, es decir, (tomando el significado original de re-spicere) lo miro tal como es, objetivamente y no a través de la distorsión de mis deseos y temores. Lo conozco, y he penetrado a través de la superficie hacia el centro de su ser y me relaciono con él desde mi profundidad, desde el centro, y no desde la periferia de mi ser.


 Si uno aprende a amarse a sí mismo y es capaz de jugar en la propia vida, es probable que también pueda ofrecer ese amor y esa disposición al juego a quienes nos rodean, co-creando así microculturas de cuidado y libertad creativa y expresiva. Una sociedad caracterizada por el amor apoya la expresión de la diversidad en vez de castigarla, y ese cambio cultural comienza siempre por uno mismo. Esta responsabilidad es ineludible e intransferible.

jueves, 8 de junio de 2017

Un NO a los representantes de la industria farmacéutica


El objetivo legítimo del representante farmacéutico, en las sociedades capitalistas ,es aumentar los beneficios y esta es su motivación en la interacción médico-reptresentante
Las compañías farmacéuticas tienen derecho a anunciar su producto y saben que la utilización de esta cara vía publicitaria persona a persona obtiene resultados. Esto justifica la utilización de representantes, normalmente, agradables, bien formados y que pasan largas horas viajando solo para ver a un puñado de médicos cada día.
La firma de este compromiso no implica que usted piense que esta práctica de las empresas farmacéuticas realizada por los representantes, no es ética o es inmoral. Nosotros no estamos pidiendo algún tipo de prohibición, ni siquiera exigir a las empresas farmacéuticas que reduzcan el número de representantes: mientras todas las compañías tengan representantes, esto es poco probable que ocurra. Lo que nos preocupa es el papel del médico y a ellos apelamos para que reduzcan (a cero, si es posible) su interacción con los representantes de todas las compañías. Esto no pretende en modo alguno ser un insulto a los representantes que después de todo no hace sino cumplir con lo que se les pide.
El papel del médico contrasta marcadamente con el papel del representante. El trabajo del médico es proporcionar el tratamiento más apropiado para su paciente. Éticamente, el médico debe tomar todas las medidas razonables para asegurarse de que su decisión en relación con la prescripción de medicamentos se basa en las mejores pruebas científicas existentes. El médico, por lo general e idealmente, no tiene ninguna ganancia o pérdida con esta decisión pero está dirigiendo el dinero del paciente y de los contribuyentes hacia la compra de unos medicamentos en particular. Dada la fuerza de la evidencia que muestra que los representantes influyen en la prescripción del médico, es más seguro y más ético que un médico no los atienda. Toda la información y pruebas que el representante ofrece está disponible en otros lugares y, por lo general, a partir de fuentes con intereses menos personales en el aumento de las ventas.
Que el representante llame a la puerta no significa que haya que atenderlo. Sugerimos un educado 'No hay publicidad, por favor. "