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sábado, 13 de abril de 2019

La edad de la empatía ( del Blog un libro junto al fuego)

La edad de la empatía
AUTOR: Frans de Waal
TÍTULO ORIGINAL: The age of empathy. Nature´s lessons for a kinder society
GÉNERO: Ensayo, Divulgación Científica
AÑO: 2009

RESUMEN: ¿Somos altruistas por naturaleza? ¿O hemos venido al mundo sólo para luchar por nuestros propios intereses y nuestra supervivencia? A partir del análisis de la conducta de diversas especies de mamíferos, Frans de Waal demuestra que la empatía es un rasgo ancestral que caracteriza tanto a animales como a humanos.

OPINIÓN PERSONAL Y TEMASLa Edad de la empatía es un ensayo que creo que es IMPRESCINDIBLE sobre la empatía, el egoísmo, el individualismo, y la compasión. La mayoría de lo que se encuentra en este libro son hechos científicos interpretados desde un punto de vista científico. Algunas son opiniones subjetivas, con las que no estoy siempre de acuerdo, pero que considero que son un anclaje importante sobre el que pensar y debatir para cualquiera que considere el tema del libro interesante e importante.

Frans de Waal, el autor, es un reconocido investigador especializado en etología, psicología y primatología. Ha escrito numerosos libros de divulgación científica como El mono que llevamos dentro o La política de los chimpancés.

Hay dos ideas que se pueden sacar de la lectura de La edad de la empatía. La primera es que los humanos somos animales y que cualquier idea que tengamos de que somos especiales es una absurdez. Todas nuestras cualidades vienen de nuestro pasado evolutivo, la cultura no apareció de repente por arte de magia (o divina) con la llegada del Homo sapiens, y tampoco la compasión o la empatía, cuestiones sobre las que la humanidad siempre ha querido tener la exclusiva. La segunda es que la sociedad actual en la que vivimos remarca mucho más las cualidades de confrontación (como la competencia) y olvida fomentar las que permiten la existencia misma de la sociedad (como la empatía).

Somos capaces de sentir un profundo desprecio hacia cualquiera que tenga una apariencia diferente o piense de otra manera que nosotros, incluso hacia grupos vecinos con un ADN casi idéntico, como ocurre entre israelíes y palestinos (…). La empatía hacia «otra gente» es el único bien del que el mundo está más falto que de petróleo”.

De Waal ahonda en lo anterior y muestra nuestro parecido con nuestros primos más cercanos, los
Bonobo, también conocido como
chimpacé enano. Fuente de imagen:
Wikipedia
chimpancés y los bonobos. Los chimpancés viven en sociedades más agresivas, dominadas por los machos, practican la guerra e incluso el asesinato. Los bonobos son pacíficos, altamente cooperativos, matriarcales y cualquier enfrentamiento es rápidamente sosegado a través del sexo, se podría decir que su lema es “haz el amor y no la guerra”. Los seres humanos tienden a resaltar su lado chimpancé y olvidan adrede a los bonobos. Sin embargo, tenemos ambas cualidades ¿por qué entonces se habla más de las negativas que de las positivas? Mucha culpa de ello, y de la interpretación sesgada que se hace de la supervivencia del más apto, es del uso pésimo que de ella hacen los políticos y economistas, quienes la han tergiversado a su antojo. Alaban la competencia y el egoísmo, como si fueran el motor de la especie. El egoísmo (y la estupidez) ha llegado a escalas tan altas que el político Newt Gingricht culpó a la población de Nueva Orleans de haber sido (ojito) tan carente de preparación que “literalmente no pudieron apartarse del camino del huracán” tras el desastre del Katrina, y reclamó una investigación del “fracaso de la ciudadanía”.

Sin embargo, y a pesar de economistas, políticos y darwinistas sociales, cuando se leen atentamente los estudios de biólogos, psicólogos y antropólogos, la conclusión a la que se llega es que:

Somos animales grupales: altamente cooperativos, sensibles a la injusticia, a veces beligerantes, pero principalmente amantes de la paz”.

A lo largo de todo el libro asistimos a ejemplos de altruismo entre diferentes especies, sobre todo en simios, para ilustrarnos cómo la empatía está presente en diferentes especies.

Cuando Washoe oyó a otra hembra gritar y caer al agua, pasó entre dos cables eléctricos que normalmente disuadían a los monos de que intentasen alcanzar a la víctima, mientras ésta se debatía inútilmente. Washoe se adentró en el resbaladizo fango que bordeaba el foso, agarró del brazo a la otra hembra y tiró de ella hasta rescatarla. Obviamente la hidrofobia no puede vencerse sin una motivación que la supere (…) Esa clase de heroísmo es común en la vida social de los chimpancés. Por ejemplo, cuando una hembra reacciona a los gritos de su aliada defendiéndola de un macho dominante, se pone a sí misma en peligro. A menudo he visto hembras de chimpancé romperse la cara por sus amistades (…) El compromiso con los otros, la sensibilidad emocional hacia su situación y la comprensión de la clase de ayuda que puede ser efectiva constituye una combinación tan nuestra que a menudo la calificamos de humana. (…) pero nuestra especie no es la primera ni la única cuyos miembros ayudan a otros con conocimiento de causa”.

Frans de Waal. Fuente de imagen: Wikipedia
Nos explica también de Waal otras muchas cosas, como que por ejemplo parece haber una diferencia entre sexos en cuestión de empatía y de compasión: desde bebés, las niñas parecen tener estas capacidades más desarrolladas.

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