Ordine recuerda el relato de aquel genio llamado David Foster
Wallace cuando hablaba sobre la importancia de algo invisible llamado cultura:
“Había una vez dos peces jóvenes que iban nadando y se
encontraron por casualidad con un pez más viejo que nadaba en dirección
contraria: éste les saludó con la cabeza y les dijo: “Buenos días chicos, ¿Cómo
está el agua?. Los dos peces chicos siguieron nadando un trecho; por fin uno de
ellos miró al otro y le dijo: ¿Qué demonios es el agua?”
Para Wallace “las realidades más obvias , ubicuas e importantes
son a menudo las que más nos cuesta ver y las más difíciles de explicar”
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