Estupendo film del director italiano Ettore Scola. Una sala de baile en la cual el gesto, el cuerpo, la mirada y los vestidos son los protagonistas. El hombre es su cuerpo. No es cárcel del alma, sino más bien expresión de su intimidad y la mirada no es un ver; es más que eso porque con las miradas expresamos quienes somos, qué queremos, cómo lo queremos. A través de las miradas decimos nuestro ser.
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