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viernes, 8 de enero de 2016

El pensamiento reflexivo es la característica definitoria más importante de la actuación profesional.

Recuerda este texto de Smith una entrada de 2011 en un oscuro blog llamado "la momia que habla":
"El problema que subyace en la mayoría de los profesionales sanitarios es intelectual...de profundidad ... de falta de pensamiento reflexivo"
 
A diferencia del oficio -donde el que lo ejerce está centrado en el dominio de unos saberes técnicos- en una profesión, además de los saberes técnicos, es necesario "construir una autonomía y un criterio profesional".
El profesional es siempre ejecutor pero, a la vez, inevitablemente, también creador
El profesional verdaderamente se la juega en su capacidad de trascender la mera actividad técnica, su capacidad para enmarcar su desempeño en un contexto mayor y darle un significado a su tarea.
Buena parte de los profesionales hacen evolucionar su práctica de una manera muy egocéntrica, desde la inicial incomodidad inherente a aprender un oficio hasta que hallan un equilibrio satisfactorio (es lo que Smith señala como "no decepcionar a los pacientes").
 
En la entrada del blog de "la momia que habla" podía leerse:
"Es frecuente encontrar a profesionales sanitarios que no aspiran a ejercer realmente una profesión: prefieren funcionar respetando un “protocolo” o los procedimientos prescritos, alcanzado un cómodo equilibrio en su práctica. Un equilibrio en el que todo va a favor para que sea confortable: las demandas de los ciudadanos consumidores de salud (cuanta más medicina mejor), los intereses de la industria, la negligencia de los gestores públicos, los intereses corporativistas de la profesión, etc."
El caso es que cada vez existe un desfase mayor entre (1) los elementos estructurales que condicionan el marco de acción -como la organización de la asistencia, la distribución de los presupuestos, las condiciones del desempeño profesional, los intereses de la industria, la organización del conocimiento por especialidades, la sociedad medicalizada-, (2) los fines de la medicina y (3) las necesidades reales de los ciudadanos y la sociedad.
 
Frente a este desfase, los profesionales se sienten solos, impotentes, temerosos...; y, el "falso contrato" de Smith actuaría, en esta situación, como una especie de protección.. tanto para los profesionales como para la inevitable incertidumbre de los ciudadanos.
¿Cuál es la verdad sobre los Reyes Magos? 
¿Cómo salvaguardarse de los efectos devastadores de seguir aceptando el "falso contrato"? No basta con decidir firmar uno nuevo. No es tan fácil.

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