En una reciente entrevista en The Guardian con motivo de su cumpleaños, se ponían de manifiesto tres fortalezas características de Berger , tres sensibilidades cada vez más olvidadas: la primera es la capacidad de escuchar: “ Si soy un contador de historias es porque escucho. Para mí, un contador de historias es como un barquero, alguien que pasa el contrabando entre fronteras”.
La segunda fortaleza es la capacidad de vivir el presente, de la que era muestra su tendencia a leer en voz alta, precisamente para concentrarse en el presente evitando mirar hacia delante:” Trabajé esto desde el principio, precisamente porque era una forma de escaparme de órdenes, profecías, causas y consecuencias”.
La tercera tiene que ver con la necesidad de mantener bien presente el recuerdo de los que se fueron, de los que dejaron de estar aquí pero cuya enseñanza nos hizo lo que ahora somos, ya sea un viejo profesor, un escritor que nos hizo felices, o la persona amada que perdimos
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