La medicina de hoy en día es una medicina de martillos a la búsqueda de clavos: si no lo ven se lo inventan. Quizá porque lo difícil, lo esforzado, lo complejo es demasiado exigente y preferimos escapadas más sencillas , calmando nuestra conciencia con eso tan socorrido” apliqué el protocolo” o “ no encontré nada”.
No estaría de más volver al viejo arte si de verdad uno quiere ser médico, y ese camino no admite atajos ni rutas sencillas. De momento no estaría mal imprimir en cada consulta estas 10 recomendaciones de Adam Cifu:
1.- Presta atención al problema principal escrito por enfermería.
2.- Atiende “de verdad” a los signos vitales, que por algo son vitales.
3.- Asume siempre que el colega que atendió antes al paciente es inteligente, pero nunca aceptes ciegamente el diagnóstico realizado por otro médico.
4.- Valora la función renal y las interacciones entre fármacos antes de realizar ninguna prescripción.
5.- Si tu decisión de dar de alta a un paciente no te deja ir a dormir, reconsidera la decisión.
6.- Si tu decisión de no revisar un síntoma no te deja ir a dormir, reconsidera tu decisión.
7.- Nunca es demasiado tarde para reconsiderar una decisión.
8.- Nunca excluyas un diagnóstico ante la ausencia de un síntoma o signo.
9.- Nunca temas pedir ayuda
10.- Baja el ritmo, relájate, escucha, piensa.
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