Porque, como dice M. Yourcenar que cuenta Beda el Venerable, la vida de los hombres es como la de un pájaro que, viniendo de la noche, entra por un ventanuco de una sala iluminada, la cruza velozmente para, por otro ventanuco de la estancia, salir de nuevo hacia la noche. Todos somos, pues, este pájaro que cruza
No hay comentarios:
Publicar un comentario