De Waal F. La edad de la empatía, ¿somos altruistas por naturaleza? Tusquets editores, Barna 2009.-
De Waal sigue el guión de cualquier etólogo de pro: convencernos del continuum entre los animales y los seres humanos. Darwin no solo afirmó que nuestra especie había evolucionado de otras –que tomamos por inferiores-, sino que también afirmó que compartimos con ellas los mecanismos básicos de la supervivencia.
El libro, por consiguiente, está plagado de ejemplos que humanizan a nuestros parientes mas próximos, los primates, y animalizan a nuestra propia especie, (lo que cuesta poco si leemos cualquier periódico). Pero por debajo de estas anécdotas De Waal persigue afianzar una tesis importante: la empatía es la base emocional de la justicia, sin la cual no podríamos construir la sociedad compleja y multiforme que poseemos. Podemos detectar en los primates formas ancestrales y primigenias de ambas cosas: empatía y justicia.
La segunda tesis del libro es que la empatía es algo así como una muñeca rusa compuesta de tres capas: contagio emocional- consolación y asistencia orientada. Las tres capas plenamente desarrolladas solo se producen en algunos mamíferos. De Waal cree que hay una coemergencia: cuando la especie animal llega a un punto en que sabe reconocerse como individuo, suele ser capaz de asistencia orientada.
Veamos estos conceptos con algo mas de detalle: en primer lugar la emergencia del “yo”. Esta emergencia la identifica con la llamada “prueba del espejo”, a la que De Waal dedicó importantes esfuerzos. Consiste en que el animal enfrentado a un espejo, se reconozca en dicho espejo. La conducta de un gato delante del espejo conduce a una conducta que llama de autocontingencia, consistente en diversos movimientos exploratorios que demuestran cierta sorpresa ante aquel otro animal que parece tan sutil como él mismo. Sin embargo el gato no supera la prueba, pues no llega a reconocerse como imagen especular de sí mismo. La urraca, en cambio, considerado el pájaro mas inteligente con los córvidos, sí supera la prueba. Dicha prueba consiste en situar una marca en una parte del cuerpo del animal que no pueda ver a simple vista, y verificar que éste trata de sacarse la marca. Es decir el animal identifica la marca que observa en el espejo y se orienta mediante el espejo para eliminarla.
Elefantes, delfines y algunos primates superan esta prueba, además de algunas urracas… Y en estas especies se verifica un impulso que va mas allá de consolar a un semejante que sufre. La llama “asistencia orientada”, adivinar las necesidades de otro sujeto, o de la propia cria, y darle lo que precisa para su bienestar.
En el vídeo que recomendamos (ver mas abajo) una mama elefante moviliza a otros elefantes en ayuda de su pequeño, para sacarlo del barro que amenaza su vida. Los babuinos, en cambio, atraviesan ríos sin atender a los gritos desesperados de las jóvenes crías incapaces de nadar. Los adultos, situados en la otra orilla, atienden a los gritos de sus hijos y los miran como diciendo “¿por qué no venís?”, en lugar de ir a por ellos.
Franz De Waal |
Este experimento ( y otros que menciona el autor) le llevan a especular sobre la existencia de un cierto libro de contabilidad, y una aversión a la inequidad, una aversión que da lugar a sentimientos de envidia o resentimiento. Me impresionó la anécdota de una pareja humana que visitaban a un chimpancé que habíancriado en casa, hasta que tuvieron que dejarlo en el zoo. En una ocasión le llevaron pastel y juguetes, y fue tal la envidia que generó en unos chimpancés machos, que lograron abrir la jaula y atacaron al hombre arrancándole un pie y castrándolo. Si no los hubieran abatido a tiros sin duda lo habrían matado.
De Waal traslada sus hallazgos a la sociedad humana: el ser humano está dotado de las tres capas que componen la empatía. Los soldados de todas las guerras apenas disparaban tiros, y sufrían con los gimoteos de los enemigos zaheridos. Pero también el ser humano es capaz de cerrar el interruptor de la empatía y ver en “el otro” un animal a batir, al igual que un babuino ataca al líder de la manada si le ve herido, (cuando pocos momentos antes se mostraba sumiso a dicho macho alfa).
En un experimento hombres y mujeres interactuaban con otros (que en realidad eran actores), en un juego competitivo. Después estos actores sufrían pequeñas descargas eléctricas en su presencia, y se verificaba que las neuronas espejo de sus colegas en el juego experimentaban también dicho estímulo desagradable. Pero nada de eso ocurría si las personas percibían que estos actores habían hecho trampa en el juego. En tal caso solo se detectaba reacción empática en las mujeres, en cambio los hombres experimentaban placer al contemplar como el otro jugador recibía “su merecido”. Como apuntara Tertuliano, parece existir un cielo desde el cual los justos obtendrán placer contemplando el sufrimiento eterno de los pecadores en el infierno. Empatía a la inversa.
Para concluir, De Waal propone que enla sociedad humana la empatía adquiere toda la complejidad que conlleva el sentimiento de justicia. Nos importa la justicia porque da lugar a entornos donde puede imperar la confianza entre las personas. Tener la sensación de que vivimos en un entorno justo, solidario y hasta cierto punto igualitario, (per también que valore el esfuerzo, se esfuerza De Waal por subrayar), permite formas refinadas de empatía.
Pablo Oliveres
Murcia
COMENTARIO .-
Diversos son los etólogos que saltan del estudio de los animales a las personas. Estos estudios tienen por virtud ponernos un espejo en los que recabar una imagen de nuestra sociedad, quizás mas objetiva pero siempre sorprendente. De Waal es bastante ambicioso en “la edad de la empatía”, pues se apunta decididamente a una teoría de base emocional para la ética: aquello que nos hace ser morales y actuar en busca de la justicia son los sentimientos morales, y de ellos como sustento o pilar para todos los demás, la empatía.
Los libros de los etólogos son casi siempre muy persuasivos, además de entretenidos, pues las historietas que los sazonan añaden un plus de verosimilitud y activan, valga la redundancia, la empatía del lector. En su caso acierta De Waal descomponiendo la empatía en un impulso primario de contagio emocional, (en su formamas inicial, mera sincronía de movimientos), una segunda capa, la consolación como un movimiento de implicación corporal, y la asistencia dirigida como conducta elaborada e intencional. También muestra perspicacia al hablar del interruptor de la empatía, gracias al cual podemos o no ser empáticos. Pero incluso mas perspicaz resulta al hablarnos de la empatía como facultad necesaria para la crueldad. Una vez mas lo que resulta bueno puede ser el colmo de la maldad: saber donde reside el placer nos habilita para producir el mayor daño, físico y moral…
El libro que comentamos puede insertarse perfectamente en la línea de pensamiento de la neuroética: explorar las bases biológicas necesarias para desarrollar una conducta beneficente… Ahora bien, ¿qué le queda en el tintero? Quizás lo que tanto se esforzó Rawls en explicarnos, que el ser humano ha transitado desde un concepto de justicia entendida como reparto igualitario, a un concepto de justicia basado en la equidad e incluso mas, basado en la cohesión social. En este sentido no debiéramos perder de vista la historicidad del ser humano, una segunda capa sobre esta gramática biológica que a su vez interactúa y modela el núcleo emocional. La interacción medio cultural- epigenética ha sido puesto de relieve por muchos autores, pero destacaría a otro etólogo EO Wilson, en su “The social conquest of Earth”.
Otro aspecto singular del libro que comentamos es la afirmación de De Waal en el sentido de que deberíamos desconfiar de la empatía si fuera un atributo exclusivo del ser humano. Sería algo así como un peluquín que podría arrancarse de nuestra cabeza por una ventada…. Pero no, la empatía es un recurso bien asentado y que por fortuna actúa sobre la mayoría de los soldados. Muchos lectores quizás pensarán que el uso que hace De Waal del concepto empatía es excesivo cuando trata de casarlo con las leyes del mercado capitalista. Cierto que el concepto que manejamos de justicia está e la apreciación del valor (véase Diego Gracia, “precio y valor”), pero la historicidad nos hace modular estas leyes del mercado que en su inicio fue no solo la apreciación de un valor de mercancía sino lisa y llanamente una imposición por la fuerza bruta. Al final la solidaridad, como manifestación de esta empatía bien asentada en nuestra manera de ser, ha prevalecido por razones de utilidad, (paz social), pero también por el concepto actual de justicia.
Francesc Borrell
Barcelona.
Webs de interés.-
CANADIAN PSYCHIATRIC ASSOCIATION
Declaración de la Canadian PsychiatricAssociation sobre consentimiento informado
Preparada tanto en inglés como en francés,analiza diversos aspectos éticos, legales y procedimentales (valoración) y concluye que los pacientes tienen derecho a ser informados y a participar activamente en el cuidado de su salud. Un derecho fundamental en relación con la dignidad y la autonomía de la persona es el de tomar decisiones acerca de su tratamiento psiquiátrico, incluido el derecho a rechazar tratamiento no deseados, siempre que este rechazo sea competente. Los psiquiatras deben tener conocimiento de la base ética del consentimiento y de los requisitos legales relacionados con él, así como de casos previos que puedan ilustrar estas cuestiones. El consentimiento puede cambiar a lo largo del tiempo y por diferentes circunstancias, por lo que es un proceso continuado.
Vídeo recomendado.-
EMOCIONES MUY ANIMALES.-
¿Compartimos los seres humanos el mismo registro emocional que otras especies? Las proto-emociones derivan de la experiencia corporal, (sensación de apetito, frio, sed…), y sin duda las experimentan todos los mamíferos. Pero a partir de aquí la gama de emociones primarias y secundarias cambian en función de aspectos biológicos y socioculturales. Sin embargo los animales pueden sorprendernos, como se demuestra en este vídeo…. ¿será que estamos acostumbrados a subvalorarlos, o será que nos encontramos mas cómodos pensando que no tienen sentimientos?