En barrios como Chacarita o Villa Crespo, las tiendas y galerías son viveros de tendencias
Sonrientes robots de madera; muebles de líneas rectas, instalaciones por las que caminan los niños, rompedoras performances... La escena cultural de Buenos Aires es tan diversa como vibrante. Ajena a los circuitos comúnmente sugeridos a los turistas, y a veces incluso desconocida por gran parte de sus habitantes. En palabras de Agustín Pérez Rubio, director del Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba), “el ambiente creativo porteño es un hervidero donde los artistas de diferentes disciplinas colaboran y dialogan con un público innovador y muy cultivado por tradición”.
Palermo como barrio de referencia ha llegado a un límite. La necesidad de abrir nuevos espacios con alquileres más baratos ha hecho que muchos jóvenes artistas busquen refugio en barrios tranquilos y populares que ya se vislumbran como nuevos referentes de la urbe. Villa Crespo, Chacarita y Parque Patricios, con sus talleres mecánicos, grafitis callejeros y antiguas fábricas, son algunas de las zonas elegidas. En estos micromundos artísticos, lo plástico se fusiona con lo literario, con el pensamiento, con el diseño y con lo arquitectónico. La mezcla incluye a galerías consagradas como Ruth Benzacar y a cientos de creadores y gestores culturales independientes que no paran de abrir interesantes espacios.
Palermo como barrio de referencia ha llegado a un límite. La necesidad de abrir nuevos espacios con alquileres más baratos ha hecho que muchos jóvenes artistas busquen refugio en barrios tranquilos y populares que ya se vislumbran como nuevos referentes de la urbe. Villa Crespo, Chacarita y Parque Patricios, con sus talleres mecánicos, grafitis callejeros y antiguas fábricas, son algunas de las zonas elegidas. En estos micromundos artísticos, lo plástico se fusiona con lo literario, con el pensamiento, con el diseño y con lo arquitectónico. La mezcla incluye a galerías consagradas como Ruth Benzacar y a cientos de creadores y gestores culturales independientes que no paran de abrir interesantes espacios.
El Geppetto de Chacarita
Gonzalo Arbutti
Pasa días enteros en su refugio entre gubias, sierras y sorbos de mate. Gonzalo Arbutti, sutil carpintero de 44 años, considera que “no necesitamos más lámparas o sillas, sino una bicicleta fija en la que pedalear una hora por día y generar la electricidad para tu propia casa”. Outsider de la escena artística, recibe invitaciones de las universidades para enseñar. Algunas de sus obras se venden en las tiendas del Museo Reina Sofía de Madrid y del Pompidou de París.
Calle de Otero, 223.
Una colmena bohemia en pleno centro
La ene
En el Patio del Liceo (una colmena bohemia en la que conviven tiendas de cómic, bares y galerías como Fiebre en una atmósfera comunitaria), en la turística avenida de Santa Fe, destaca un espacio abierto en 2010, y dirigido por Marina Reyes Franco, llamado La Ene (Nuevo Museo Energía de Arte Contemporáneo). Es un proyecto experimental en el que se debate a fondo sobre el vínculo entre los artistas, el mercado del arte y la sociedad.
Santa Fe, 2729. www.laene.org
En el laberinto
Chela
El Centro Hipermediático Experimental Latinoamericano, más conocido como Chela, ocupa una antigua fábrica de 5.000 metros cuadrados ubicada en una zona verde y luminosa en el barrio de Parque Patricios, al sur de la ciudad de Buenos Aires. En este enclave, apadrinado por la Fundación exACTa (cuyo objetivo es vincular las artes con las nuevas tecnologías) de Helen y Melvin Gelof y dirigido por Fabián Wagmister, desarrollan su trabajo músicos, arquitectos, artistas plásticos, diseñadores y comisarios. La investigación y producción artística experimental no comercial encuentra aquí su ámbito idóneo. Uno de los proyectos más llamativos dentro del complejo es el de Móvil, enfocado en las instalaciones (en la imagen que encabeza el artículo, Oblicuo, de Sebastián Roque). Sus creadoras, Alejandra Aguado y Solana Molina Viamonte, ven este espacio como “un lugar en constante diálogo interdisciplinar y sin restricciones físicas ni creativas”.
Iguazú, 451. www.chela.org.ar
Risografías al alcance de todos
Quorum
En este establecimiento se pueden adquirir obras a precios asequibles con distintas técnicas y formatos. Un sitio ideal porque hace la tarea que muchos artistas detestan: vender su arte. Situado en el barrio de San Telmo, comercializa el trabajo de casi 30 creadores independientes y también vende obra procedente de otros espacios, como la Fábrica de Estampas (Pinto, 4384, Saavedra), tienda de artes gráficas que produce serigrafías, risografías y grabados.
Defensa, 894.
Inspiración nórdica y japonesa
Net
El arquitecto Alejandro Sticotti reinterpreta la sencillez y la elegancia de los muebles nórdicos y japoneses. Su secreto: encontrar una línea y aferrarse a ella. Mesas, sillas, bancos, percheros y estanterías resumen una propuesta como diseñador que tiene en la casa Olivos, de la que es autor, su correlación arquitectónica. La conexión con materiales “básicos, simples, no estandarizados” le pone en la onda de su maestro, el arquitecto Horacio Baliero.
Godoy Cruz, 1740. sticotti.net
De Caballito a Villa Crespo
Ruth Benzacar
Fundada en 1965 por Ruth Benzacar en un bajo del barrio de Caballito, esta flamante galería pasó luego al barrio de Retiro y en 2014 se mudó a Villa Crespo, a un viejo galpón industrial, donde abrió con una muestra de Liliana Porter. Orly Benzacar ocupa el mismo escritorio de su madre, Ruth, en este espacio donde hasta el 22 de abril se exhibieron obras de Miguel Rothschild (en la imagen). La galería es una habitual de las ferias internacionales.
Juan Ramírez de Velasco, 1287. www.ruthbenzacar.com
Dos apellidos unidos
Slyzmud
Hace cuatro años, y a pocos metros del parque de los Andes, en el barrio de Chacarita, Natalia Sly y Larisa Zmud abrieron SlyZmud, galería de arte contemporáneo con dos salas muy cerca la una de la otra. Las galeristas crearon un espacio colaborativo con los artistas y han ido articulando una programación que las ha llevado a Berlín y a la pasada edición de la feria Arco, en Madrid. En la imagen, inauguración de la muestra actual, de Valeria Maculán.
Bondplant, 721. www.slyzmud.com
La arquitectura, en tela de juicio
Galería Monoambiente
Situada en el parque Los Andes (Chacarita), un modélico complejo de viviendas sociales de 1928 del arquitecto Fermín H. Bereterbide, Monoambiente es una galería dedicada a la arquitectura y el diseño en su versión más experimental. Martín Huberman, arquitecto e impulsor del espacio, busca “poner en cuestión aspectos de la arquitectura moderna” mediante la promoción del trabajo colaborativo.
Concepción Arenal, 4228. www.monoambiente.com.ar
Doblando, pisando y quemando
La Feliz
En este local, un showroom con taller en un sótano de Villa Crespo, el diseñador Patricio Lix Klett experimenta con materiales inusuales. “Adaptamos nuestra forma de producir a la escala que nos piden los clientes”, dice rodeado de piezas metálicas y de madera. Aquí los materiales “se doblan, se pisan, se queman y se rompen” para crear objetos singulares como la lámpara Cheta, confeccionada en mimbre plástico en dos colores con pantalla en acrílico blanco.
Warnes, 520. www.mundobylafeliz.com
Tuberías para el agua en La Boca
Barro
En una espectacular nave en el barrio de La Boca, Barro es una galería integrada en la red Distrito de las Artes de Buenos Aires. Dirigida por Nahuel Ortiz Vidal, expone a destacados artistas como Nicola Costantino, Diego Bianchi, Matías Duville, Martín Legón y Marcelo Pombo. Agustina Woodgate es la artista que actualmente expone, con la instalación Común y corriente (en la imagen), donde explora las infraestructuras que encauzan recursos naturales como el agua.
Caboto, 531. www.barro.cc
Micromecenazgo para obras efímeras
Galería Hilo
“Cuando el proyecto tiene una dirección clara y propone una mirada interesante, nada puede salir mal”, dice Sol Pochat (Buenos Aires, 1988), impulsora de la galería Hilo. Mediante una campaña de crowdfunding (micromecenazgo), logró crear, hace poco más de un año, un espacio de exhibición de momento autosuficiente gracias al alquiler de estudios para jóvenes artistas con los que colabora y a los que representa al mismo tiempo. Sin un cartel en el portal, Hilo se centra en la producción de instalaciones efímeras concebidas específicamente para el lugar (site specific). Se encuentra en lo que era un antiguo depósito abandonado en el barrio de Palermo, en el límite con Villa Crespo.
Scalabrini Ortiz, 1396. www.hilogaleria.com
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