Buenas a tod@s, hoy os escribo para contaros como han transcurrido los últimos acontecimientos en la isla de Leros.
Después del fatídico sábado, en el que fuimos testigos del enfrentamiento de un grupo de fascistas locales y la población yazidí, con la denunciable actuación policial, las cosas en la isla han cambiado un poco.
Varios miembros de Ongs fueron amenazados por estos radicales mononeuroles (es como me gusta llamar a los fascistas de extrema derecha) y algunos de ellos decidieron abandonar Leros por temor a su propia seguridad.
Tras estos sucesos, varios miembros del comité de seguridad de diferentes Ongs (como Save the Children o Samaritans), así como los correspondientes de Unchr, acudieron a la isla para idear un plan de seguridad.
Así que nos reunimos con ellos y discutimos cómo estaba la situación y cómo podríamos actuar en el futuro. Se ideó un plan para el pasado miércoles, día en que los seres mononeuroles habían anunciado una concentración para mostrar su rechazo y petición de cierre del centro de personas vulnerables donde trabajo (Pikpa). La gente del pueblo nos dijo que fueron alentados por el propio alcalde…
En Pikpa se ideó un “plan de seguridad”, y esta vez tengo que decir que las personas encargadas de la seguridad de Unchr (Acnur) hicieron un estupendo trabajo. Sellaron puertas y ventanas y localizaron salidas de emergencia. Todo estaba preparado, en Pikpa se respiraba un ambiente de inquietud y miedo, y, aún así, pude oír a varias de las personas refugiadas “que entendían la crispación de algunas de las personas griegas”. La verdad es que hay gente que está hecha a todo, ¡no dejo de admirar su actitud ante la vida!.
Por suerte, además de los seres mononeuroles, a la concentración acudieron decenas de sanas personas griegas, para mostrar su apoyo a las personas refugiadas y al centro de Pikpa. Me hizo muchísima ilusión ver cómo muchos de los habitantes de esta isla, pese a las incomodidades que a veces supone tener tantas personas refugiadas en una isla tan pequeña, estaban ahí. Y aún me alegré más al ver a muchos de los miembros de la plantilla del hospital, a los que tan a menudo vamos “a dar la tabarra”.
Finalmente la protesta concluyó sin incidentes, esta vez la policía y los militares parece que tenían órdenes claras de a quién debían proteger, y todo quedó en un susto.
Pero, por desgracia, este no ha sido el único acontecimiento de estos días. El pasado lunes, pese a todos los esfuerzos de varias Ongs, entre las que quiero destacar a Save the Children con Silvia y Sebastian a la cabeza, los menores no acompañados, que os comenté en otra entrada que estaban en comisaría, fueron desplazados a un centro de detención a Atenas.
Varios de estos menores vivían en Pikpa y, tras la revuelta ocurrida en el hotpost, de la que se acusó a varios menores del campo, 24 menores del campo y 5 de Pikpa fueron llevados a comisaría.
Tras pasar en las dependencias policiales cuarto días, con sus cuatro noches, en una situación de lo más precaria, sin apenas agua o comida y compartiendo una habitación para 6 personas entre 29, los menores fueron trasladados a Atenas sin tan siquiera tener cargos en su contra.
Desde aquí quiero denunciar esta situación, quiero hacer eco de esas voces que no pueden hablar y quiero exponer lo que la burocracia de las instituciones es capaz de hacer en nuestra propia frontera.
Porque es aquí, en nuestra querida Europa, donde se están violando los derechos humanos más básicos. Me preocupa mucho, pero mucho, qué es lo que estamos enseñando a estos niños.
Un saludo a tod@s.
Después del fatídico sábado, en el que fuimos testigos del enfrentamiento de un grupo de fascistas locales y la población yazidí, con la denunciable actuación policial, las cosas en la isla han cambiado un poco.
Varios miembros de Ongs fueron amenazados por estos radicales mononeuroles (es como me gusta llamar a los fascistas de extrema derecha) y algunos de ellos decidieron abandonar Leros por temor a su propia seguridad.
Tras estos sucesos, varios miembros del comité de seguridad de diferentes Ongs (como Save the Children o Samaritans), así como los correspondientes de Unchr, acudieron a la isla para idear un plan de seguridad.
Así que nos reunimos con ellos y discutimos cómo estaba la situación y cómo podríamos actuar en el futuro. Se ideó un plan para el pasado miércoles, día en que los seres mononeuroles habían anunciado una concentración para mostrar su rechazo y petición de cierre del centro de personas vulnerables donde trabajo (Pikpa). La gente del pueblo nos dijo que fueron alentados por el propio alcalde…
En Pikpa se ideó un “plan de seguridad”, y esta vez tengo que decir que las personas encargadas de la seguridad de Unchr (Acnur) hicieron un estupendo trabajo. Sellaron puertas y ventanas y localizaron salidas de emergencia. Todo estaba preparado, en Pikpa se respiraba un ambiente de inquietud y miedo, y, aún así, pude oír a varias de las personas refugiadas “que entendían la crispación de algunas de las personas griegas”. La verdad es que hay gente que está hecha a todo, ¡no dejo de admirar su actitud ante la vida!.
Por suerte, además de los seres mononeuroles, a la concentración acudieron decenas de sanas personas griegas, para mostrar su apoyo a las personas refugiadas y al centro de Pikpa. Me hizo muchísima ilusión ver cómo muchos de los habitantes de esta isla, pese a las incomodidades que a veces supone tener tantas personas refugiadas en una isla tan pequeña, estaban ahí. Y aún me alegré más al ver a muchos de los miembros de la plantilla del hospital, a los que tan a menudo vamos “a dar la tabarra”.
Finalmente la protesta concluyó sin incidentes, esta vez la policía y los militares parece que tenían órdenes claras de a quién debían proteger, y todo quedó en un susto.
Pero, por desgracia, este no ha sido el único acontecimiento de estos días. El pasado lunes, pese a todos los esfuerzos de varias Ongs, entre las que quiero destacar a Save the Children con Silvia y Sebastian a la cabeza, los menores no acompañados, que os comenté en otra entrada que estaban en comisaría, fueron desplazados a un centro de detención a Atenas.
Varios de estos menores vivían en Pikpa y, tras la revuelta ocurrida en el hotpost, de la que se acusó a varios menores del campo, 24 menores del campo y 5 de Pikpa fueron llevados a comisaría.
Tras pasar en las dependencias policiales cuarto días, con sus cuatro noches, en una situación de lo más precaria, sin apenas agua o comida y compartiendo una habitación para 6 personas entre 29, los menores fueron trasladados a Atenas sin tan siquiera tener cargos en su contra.
Desde aquí quiero denunciar esta situación, quiero hacer eco de esas voces que no pueden hablar y quiero exponer lo que la burocracia de las instituciones es capaz de hacer en nuestra propia frontera.
Porque es aquí, en nuestra querida Europa, donde se están violando los derechos humanos más básicos. Me preocupa mucho, pero mucho, qué es lo que estamos enseñando a estos niños.
Un saludo a tod@s.
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