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martes, 16 de agosto de 2016

El 95 % de las personas que se suicidan tiene algún antecedente psiquiátrico y se conoce un componente hereditario

Tuvimos ocasión de preguntárselo a María A. Oquendo, toda una autoridad en lo referente al comportamiento suicida que ejerce como profesora de psiquiatría clínica en la Universidad de Columbia, es la actual presidenta de la prestigiosa Asociación Americana de Psiquiatría y desde enero del próximo año será tambiénChairman del Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Pensilvania. Su respuesta fue que «al menos en Estados Unidos, el noventa y cinco por cien de las personas que se suicidan tiene algún antecedente psiquiátrico. En mi opinión, dentro de ese cinco por cien restante hay personas que también sufren un trastorno psiquiátrico pero nadie se ha dado cuenta. Lo digo porque lo he visto y lo veo en personas que tienen grandes reservas emocionales e intelectuales, que pueden estar sufriendo muchísimo y nadie a su alrededor se da cuenta. Por eso yo diría que buena parte de ese cinco por cien pertenece a este grupo. En todo caso, podría haber personas que se suiciden sin tener trastornos psiquiátricos». Como vemos, y de acuerdo al signo de los tiempos, lo que antes se consideraba un problema moral, de índole religiosa o existencial, ahora pasa a ser un problema médico. Entonces sí es fruto de un desequilibrio mental, ¿cómo podría prevenirse? «Muchas veces se considera el suicidio como el resultado de una crisis externa, ya sea financiera, emocional, relacional… y a pesar de que muchos individuos exhiban o tengan comportamientos suicidas a partir de esos detonantes, en verdad muchos pasamos por esas cosas en la vida y no se nos ocurre pensar en el suicidio. O sea que hay una predisposición en el individuo que le motiva a responder a una crisis de esa manera determinada. Y una de las cosas que me parece de suma importancia es que sabemos que el suicidio tiene un fuerte componente hereditario. Al igual que en las familias se habla de la herencia en casos como la tensión arterial o el cáncer de mama, también deberíamos tener conversaciones sobre el suicidio cuando se ha producido en una familia determinada. Por otra parte, también sabemos que el medio ambiente tiene influencia, porque en gemelos idénticos no hay concordancia al cien por cien en el caso del suicidio. Así que las experiencias individuales tienen un impacto importante. Pero de todas formas, sí sabemos que no es una cuestión de imitación, sino que hay una predisposición genética».

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