¿A qué se debe esa sobredosis de confianza tan necesaria en el fútbol? Dicen que va en los genes. ¿Y por qué? Hay muchas respuestas. Pero vamos a quedarnos con la que aventuró uno de los argentinos más ilustres, Domingo F. Sarmiento en su Facundo, allá por 1845, cuando la nación apenas llevaba 30 años en el mundo: "Este hábito de triunfar de las resistencias, de mostrarse siempre superior a la naturaleza, desafiarla y vencerla, desenvuelve prodigiosamente el sentimiento de la importancia individual y de la superioridad. Los argentinos, de cualquier clase que sean, civilizados o ignorantes, tienen una alta conciencia de su valer como nación; todos los demás pueblos americanos les echan en cara esta vanidad, y se muestran ofendidos de su presunción y arrogancia. Creo que el cargo no es del todo infundado, y no me pesa de ello. ¡Ay del pueblo que no tiene fe en sí mismo!
Asi nos va ......
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